24-10-09 -- Palabras de Bronce

B. L. Rante: ¡Venga nena, no me cuentes historias!

Bárbara: No te cuento historias, te cuento lo que me han dicho...



B. L. Rante: ¿Quién? ¿tu prima la del Chihuahua que no ladra?

Bárbara: ¡No, listo! la que se está sacando un moco detrás mía...

B. L. Rante: ¿te pasa algo? De la forma en que me miras, parece que no tengo remedio

Bárbara: No es eso, es que no sé dónde he dejado la maleta...

B. L. Rante: Tranquila, luego te la busco si hace falta.

Bárbara: Bueno, pero pide otro vino de estos que para eso eres el dueño...

B. L. Rante: Deja de decir eso, sabes que es de los dos, ¿acaso no has leído el letrero?

Bárbara: Sí, pero cómo va a saber la gente que soy la dueña si ¡tengo que traer todos los días las sillas del jardín!

B. L. Rante: Eso da igual, no seas tiquismiquis que bastante tengo con haber perdido la gorra de marinero, ¿tu no sabrás dónde la he metido verdad?

Bárbara: No, pero luego te la busco si hace falta.

B. L. Rante: Bueno, ¿entonces qué? ¿dos vinos con casera?

Bárbara: No, pídeme una cerveza a mí, que hoy me siento volátil.

B. L. Rante: ¿y de tapa? ¿qué tal albóndigas con veneno de arañas?

Bárbara: No sé, la que tu quieras

B. L. Rante: La que yo quiera no, que luego no te la comes y me toca a mí comérmela antes de que vengan las palomas...

Bárbara: Vale, podemos hacer una cosa: el primero que se mueva elige la tapa

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-- Después de 32 minutos y 23 segundos ---



B. L. Rante: (Pensando: ¿porqué está jugando todo el mundo?)

Bárbara: (Pensando: ¡què dolor!, tengo que cambiar de pierna... ¿se dará cuenta si lo hago despacico?)