13-01-10 Regreso Blanco y Negro

Cuando tienes un vuelo inminente, los nervios crecen como tréboles en la nieve, "copo a copo" se acerca el momento y si no sabes que te espera en tu destino es aun peor. Esta vez tenía una idea de lo que me iba a encontrar pero la realidad fue muy distinta, cruel y terrible... pero empecemos esta vez con un resumen del viaje-odisea:

Tren a las 18:00 en Linares, transbordo en Alcazar de San Juan con hora muerta, tren dirección Alicante con problemas en la vía 100 Km antes de llegar que nos obligan a transbordo en bus-latadesardinas, llegada a las 1:48, cola para pillar taxi al aeropuerto sin frío (porque voy bien equipado para lo que me espera luego), ya en el aeropuerto a eso de las 2:30, minisiestas con ojos a medio cerrar cuidando las maletas hasta las 5 casi 6 que embarco y sale el avión a las 7 que llega a Torp a las 10:30 donde pillo bus hacia Oslo donde llego a las 12:00 y cojo urbano para la residencia y descubro cuando me bajo que hacen falta cadenas para las ruedas de las maletas... la imagen del camino y de Oslo está cubierta de nieve, por momentos azucar blanca y por momentos azucar moreno, pero la actividad no para, hay montañas de azucar glas acumulada a cada lado de la carretera por la que los coches circulan, las personas se desplazan con sonrisas en los resbalones y como aquí se suele decir: "no hace frío, es falta de abrigo". Después de este corto y relajante viaje, cuando llego me encuentro el pastel...

Alquilé la habitación a una rubia noruega con pinta de buena, pero no era tal, sino una mala pécora! la habitación estaba llena de basura, restos de platos y vasos sin fregar, olor sospechoso, drogas desperdiciadas y/u olvidadas y lo que es peor, mi ropa usada, alguna robada y mi portátil desaparecido. (¿qué hacía mi portátil en el cuarto?, lo usé hasta última hora para descargar unas fotos, cuando llegó la hora de irme, con las prisas, de madrugada y como no quería despertar a algún compañero, decide colocar el ordenador detrás de toda mi ropa que ocupaba sólo la parte superior del armario que ya había acordado con el bicho rubio que no tenía problema en que ocupara ese espacio).

Total, que las pillé por el pasillo con las maletas hechas (estaba con otra cerda-amiga) y diciendo que como estaba sucio podía quedarme con la fianza que les había cobrado de antemano (el alquiler del mes también lo había cobrado, menos mal...), pero les paré los pies, les canté las 40 en bastos y las 20 en espadas [éà]; que me quedé con las maletas a condición de que devolvieran el ordenador, 5 maletas llenas de ropa, mucha de ella cara, 5 maletas que incluían parte de mi ropa robada, una play Station2, cartas con su nombre completo y otros datos de interés, abalorios, sospechosas bolsitas de plástico monodosis y otras brozas...

Vino la policía a tomar muestras de las sustancias sospechosas y realizar el primer informe. Después me ayudaron los compañeros de la planta a limpiar la habitación, que era una pocilga pero que con un ejercito de buena gente se apañó en una tarde, mientras yo empezaba a poner lavadoras como un loco porque usaron hasta mi ropa interior, todos los juegos de sábanas y edredones y un largo etcétera.

Después de una cenilla con degustación de los productos hispànicos que me traje, caigo en redondo tras exprimir la imaginación (a riesgo de soñar con lo que no debo) y con despertador puesto para la primera clase que me espera bien temprano, mañana será otro día según me han dicho...