15-01-10 aaaa... tuuu... riiiitmooo

El despertador suena demasiado temprano, me acosté tarde preparando entradas del blog y flipàndolo en colores musicales, Charlotte me prestó generosamente su ordenador, pero la manía de los franceses por recolocar las letras en el teclado me retrasó un poco a la vez que me regaló sonrisas varias.

Son las 7:50 y había quedado con Natalie a las 8:00! salto de la cama y café de esos rápidos que no los ves para salir en busca de la comisaría. En mi mapa mental tengo 2 comisarías, la primera la encontramos cerrada por reformas y la segunda está cerrada por ser demasiado temprano. Esperamos en modo pingüino y entramos en avalancha (que parecía el Corte Inglés el 7 de enero), después de pillar ticket y esperar nuestro turno escuchamos un clasicazo: "aquí no es", nos dan un mapita y salimos en busca de los puntos marcados y de los puntos no marcados (porque algunos se salían del mapa), y como es habitual en mí, le pregunto al menos indicado, un Servio algo tocado que por amable y por haber vivido en el pueblo de Natalie, nos hace un recorrido de locura hasta donde él creía que era pero tampoco (mereció la pena por su entusiasmo). Al final nos decidimos por otro punto en el mapa que dio resultado (por el cual habíamos pasado por delante hace hora y media).

Ya en la comisaría relleno un formulario asistido por mi bendita traductora oficial y luego nos toca declaración en habitación a parte con una policía con grandes dotes de parsimonia y preguntas inútiles. La mayor parte de la conversación es en noruego, yo me quedo a parte, escuchando cómo pone el grito en el cielo porque no tengo seguro de viaje. Después de tres horas viendo como se redacta un informe de una cara utilizando sólo 2 dedos para escribir en el teclado, recompenso a mi traductora con unas empanadillas de Aker Bridge (de las que soy fan incondicional) y nos volvemos para la resi pisando nieve con energía (las botacas compradas en las rebajas han sido un acierto).

Allí me espera siestecilla y visitilla del sector hispánico (por cierto a veces tengo que hacer virguerías para no utilizar nuestra famosa n con flequillo), me animan un poco por toda la movida y quedamos para la noche siguiente tomar algo. Por la tarde-noche hacemos otro evento en la cocina con crepes franceses y disloque general [Johan quería decir "Hola" a todos hoy también pronuncia perfecto: "yo no comprendo"], pero no me involucro 100% en la fiestuki porque gracias a Javi L. dispongo de portátil y puedo regar los tréboles que crecen ultimamente por todos lados...