miércoles, 2 de junio de 2010

Perdida en la Nieve

Yo iba dentro de un alce llamado Alfredo que iba dentro de una mochila con más de 13 Kg. Estaba mareada de tanto golpe contra una superficie de baja temperatura y decidí escaparme aprovechando la parada para el típico KVIKK LUNSJ...




Alfredo: ¿sabes qué le dice un folio a otro?
NonaC: No sé, pero hace más frío que en la comunión de Pingu.
Alfredo: le dice: "me he quedao' en blanco".
NonaC: jajaja que risa me entra por el objetivo.
Alfredo: ¿sabes que los budistas intentan poner la mente en blanco?
Nonac: ¿y sabes tu que los buenos cazadores de alces nunca fallan un blanco?
Alfredo: jajaja que risa me entra por el blanco de los ojos.

La conversación se alargó durante horas, hasta que una mano con olor a crema neutrógena (fórmula noruega) nos rescató de ese infierno helado y nos puso a salvo. Se podría decir que fue un grajo blanco...

[Desenlace en comentarios...]

5 comentarios:

Juan J. Bustos Pérez dijo...

Y el dueño de la mano con olor a crema neutrógena llamó a la Universidad (porque la cámara tenía una etiqueta identificativa) y se pusieron en contacto conmigo desde la universidad para darme su teléfono y que quedara con el mismo para recuperar el dispositivo capturador de instantáneas y comprobar si había superado con vida la tortura húmeda bajo cero.

Tras un par de llamadas arreglé un encuentro con el noruego que me salvo la vida encontrando la cámara y preocupándose por encontrar al "dueño", porque el caso de la mala pécora (del que pronto habrá noticias) no puede ser tomado como referencia de la filosofía noruega en cuanto al respeto a las pertenencias ajenas. Digamos que como en tantos aspectos de la vida, hay de todo. En este caso no quiso aceptar más que las gracias y de nuevo las reitero: Tusen Takk.

La cámara estaba en perfectas condiciones y tras entregarla en la universidad no tuve problemas para seguir sacándola.

En la cabaña la eché de menos pero me autoconvencí de que preparando el mochilón de más de 13 gk se quedó en la cama de mi habitación. Y lo hice porque era imposible, después de un camino de más de 5 horas por el bosque, apenas sin luz y con tramos de más de un metro de nieve, que fuera a buscarla. Así que recé porque estuviera en la cama de mi cuarto e intenté disfrutar del fin de semana con mis compañeros de clase y la jugada al final, salió redonda.

Anónimo dijo...

Desde luego tienes un angel de la guardia.

Juan J. Bustos Pérez dijo...

Pues algo de eso va a ser! ¿no serás tu uno?

Arrazola dijo...

Cuando pierda algo te pregunto haber si tú me lo encuentras, ok?

Juan J. Bustos Pérez dijo...

Eso está hecho! si no lo encuentro yo, que por lo menos nos ayude el hado...

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