26-11-09 -- Silencio sin Ruedas

ssshhhh no hagas ruido leyendo la entrada de hoy que está todo el mundo estudiando...

Trasnochar entre preparativos que no terminan y lecturas inglesas tiene como consecuencia quedarse dormido sin remedio a la hora predispuesta para la clase de piano que se aplaza a mañana a las 15:00.

Un regalo del cielo de ayer; ha salido el sol con noticias de esperanza. He recibido un mail de la superprofe de inglés que me pedía cambiar la fecha del examen oral y he aceptado con un suspiro de alivio. Ahora lo tengo el 14 en lugar del 10 y aunque también significa participar poco en las posibles actividades festivo-navideñas de mi último fin de semana del año en Noruega, ahora tengo algo más de tiempo para descansar tras las invasiones y estudiar como un loco (por ejemplo de madrugada en la lavandería).


En la biblioteca hay sofás hipercómodos que invitan, más que a leer, a tomar un café. Quiero regresar con tiempo para tomar cafés pendientes, quiero parar el tiempo para leerme todos los libros del mundo, pero ahora toca subir la pendiente y anda que no cuesta con semejantes sofás y otros aceleradores de las horas muertas...

Esta noche hemos tenido cena polaca tras el ensayo en el que ya suenan las canciones con musi-calidad. Cortesía de Renata (flautista preocupada por encontrar sonidos lindos), que ha preparado una especie de masa de patata, huevo y harina que luego se ha hervido y mezclado con una salsa cárnica a la que se la ha añadido queso por doquier. Y de postre un whisky cola en la sobremesa de los restos que dejo su hermana, ya casi no me acordaba del sabor.