Suena el despertador de Juanmita (y no el mío), el invasor nº 1, para novedad de mi habitación y mis orejas.
Juanmita es un tío preparao' y encima hay que sumar que se lo curra. (Si un vegetariano es capaz de traerte lomo, es un buen ejemplo y tampoco se queda atrás la baraja circular con palos españoles y más cosas que no cuento porque lo va a leer dentro de un rato y no es plan que se me ponga graciosillo hoy eajejja).
Vigeland ha sido la caña, a nuestro ritmo, sin prisas entre la nieve y las risas, sin problemas si nos perdemos por pequeños periodos de personales paseos, de pega sólo un poco de frío en las manos que solucionamos con intercambio
de guantes (algunos de los cuales con remarcada atracción por el suelo y la nieve). Tras el titánico parque escultórico, nos decidimos por el museo de Vigeland (es como ver el "cómo se hizo" de una película) y fue un triunfazo. Los minutos de espera fueron cubiertos con calentitos chocolates y capuchinos en un 7-11 [leer "seven-eleven"]. Después en tranvía para la zona del puerto, edificios arquetectónicos que aprovechan la luz al máximo, relojes del puerto y visita a Rant y Bàrbara. Frente al ayuntamiento vemos el mercadillo navideño, zapatillas leonadas reservadas para la sobri de Juanmita, minitè blanco para calentar el cuerpo y previo paso por oficina de información para oportunas preguntas y plátano del 7-11, toca ayuntamiento por dentro.
Nos dejamos llevar por el salón donde Obama recibirà el premio Nobel y otras habitaciones con encanto hasta que nos "invitan" a terminar la visita por preparativos varios. A la salida, adquisición final de zapatillas leonadas con descuento definitivo y paseo en busca de otros edificios y esculturas. Previo paso por Royal Palace con foto con los guardas bajamos por Karl Johan hasta la Galeria de Arte Nacional, pegamos un grito y cazamos con Odin. Luego un rollito de pizza para reponer fuerzas porque eran ya casi las 17:00! Paseo con pista de hielo, intento de asalto del parlamento (infiltràndonos en un grupo pero no pudo ser...), estación de tren con su tigre de Heman y luego Oslo City antes de volver en bus pa' la resi donde nos espera una macrocena con 16 más.
Después de la cena, como no participamos demasiado en los preparativos, hacemos el equipo español de fregadores de platos, luego un poco de sobremesa, sobrecuarto, sobrepiano y a descansar que mañana toca ruta; (y no vamos donde va Clemente ni Vicente...) vamos al ballet en el Ópera House por dentro, y lo que se le ocurra al intrépido fotógrafo que va a escribir ahora su párrafo:
"Como veis-leeis (porque cuando leemos esto, parece que lo estamos viendo, ¿no os parece?, el day puede parecer destroyer, pero será el el espíritu pre-navideño, que hemos superado todo con buena nota y un poco de fuerza sobrante que seguiremos aprovechando en días venideros. Aprovechando el desliz de Juanjo sobre otras de las actividades la cuento yo, aunque no es novedad para vosotros el hecho de que hubo momento ensayo antes y después de la cena con música variada de Flauta, Violín (hasta que el pobre perdió una cuerda), Flauta tradicional india y KORG M3 a los mandos del capitán salmódico y púpilos ávidos de semicorcheas y notas a contratiempo. Y como final, puedo dar fe... ¡del grosor de la capa de mermelada de las mañanas!, amigo Manuel, preparad comida en Navidad, porque el oso noruego os a va a arrasar!!!!."
viernes, 4 de diciembre de 2009
04-12-09 -- Piernas que Patean Oslo
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2 comentarios:
jajaj ya sabemos que es una "lima nueva"...y además con su típico "levantamiento de párpado" cuando está drisfrutando de una comida (especialmente de un buen queso curado) jejej
mis hijas tambien se acuerda del levantamiento dicen ke cuando vengas te haga las hambur para ver como lo haces tienen ganas de verlo pronto besos para los dos
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