26-10-09 -- Castaña Vagabunda

Ya llega el frío, el invierno y la oscuridad. Se nota debajo de las sábanas, en el borde de las ventanas, en los árboles que dejan caer estos frutos, celestiales para algunos, pero ignorados a merced de las tempestades y los chuzos de punta en el fiordo de Oslo.


Antes de ir a la universidad me he zampado los restos de la rica y picante cena de anoche, ya en clase (14:30), he tenido alboroto intestinal con amago de siesta durante un vídeo que hemos visto y a la salida (16:30) el sol ya tenía prisa por esconderse entre nubes cercanas al horizonte.

Por el camino, parada en Kiwi para repostar víveres y en la residencia, colocando los productos en sus respectivos emplazamientos, me asalta la curiosidad por reciclar una parte de mi botín para completar la compra (en el trastero he estado guardando las latas, botellas y botellines de días anteriores...). Resultado: con 4 bolsas normales he sacado casi 50 coronas (casi 6€) que me han dado para completar la compra y algo de bote. Así da gusto reciclar.

Por la tarde noche hemos tenido partidilla de "mentiroso" y Jan ha conseguido la jugada mítica: Alguien se había descartado de los nueves y quedándole dos cartas y empezando él la ronda, ha salido con: "two nines" para poner la guinda a la partida perfecta no falta de risas y grandes momentos. Durante la partida han venido unos compañeros a la vez que colegas e inquilinos de la resi (aunque en otras plantas) para ofrecerme un viaje desde el miércoles al domingo por algunos sitios claves de Noruega (Stavanger, Bergen, etc), no sé qué pasará, pero puede ser una buena fuente de ideas para las próximas invasiones fiórdicas y aunque no veía claro una excursión parecida (a unas cabañas en el bosque) que se estaba gestando para este mismo fin de semana que se avecina, (sobretodo por los gastos), me estoy pensando esta nueva aventurilla...